domingo, 15 de mayo de 2011

Cesárea

Debo confesar que nunca pensé en parir. Aunque mi madre nos parió a los cuatro, incluso al último (momentos después del parto fue operada para cortar sus trompas de falopio, con cirugía laparoscópica), sencillamente no me imaginaba a mi misma pariendo.

Probablemente influyeron muchísimo en mí, las imágenes de partos que vi de niña en cine y televisión: Mucha sangre, gritos de dolor y desesperación, llanto. Que va, yo no estoy preparada para eso, me dije. Para mí era una de esas cosas en las que una no se detiene a pensar. Claro que anhelaba mis hijos. Deseaba ser madre desde que tengo uso de razón. Pero prefería mil veces pensar en cigueñas que llegan de París.

La clave es esa: Información, desinformación en mi caso. Pienso que si se nos educa desde niñas para el parto, se nos dice que si podemos, que estamos equipadas para eso, tanto psicológica como fisiológicamente, que un paso más que nos lleva a ser mujeres, igual que graduarse, casarse, trabajar.

Llegado mi momento, me tocó una obstetra que posponía el tema cada vez que yo le preguntaba sobre el parto. Fallamos las dos: Ella por temor a hablarme de algo que tal vez no ocurriría (embarazo de alto riesgo, no quería crear falsas expectativas), y yo por quedarme así y no buscar información en otra fuente certificada.

El gran día llegó y con él caí en cuenta que no sabía nada de partos, ni de cesárea. La nena hizo piruetas hasta enrollarse en una doble circular de cordón al cuello. Además, era la semana 40, y nada de nada! La decisión de la Dra., fue la habitual en estos días. Operemos! Reconozco que no dije nada. NO peleé, no me defendí, me dejé llevar. Ella me explico muy amablemente la anatomía e implicaciones de una cesárea, sin dejarme mucho que decir.

Confieso también que entré feliz al quirófano. "Colaboré" muchísimo con la anestesiólogo. Sonreí durante todo el procedimiento, que la Dra. iba narrando para mí. Esperaba con ansias a mi pequeña. Me concentré y le envié todo mi amor a mi hija. Por dentro, le pedí perdón por las incomodidades de venir al mundo de esa forma, y lloré. En ese mismo momento supe que no había hecho lo correcto. Que debí luchar por mi parto.

Cuando todo terminó, tuve que lidiar con una institución hospitalaria donde no se respeta el apego, ni el vínculo mamá-bebés. Donde no se respeta la lactancia, donde le dieron a mi hija una solución glucosada como primera comida de este mundo, y donde continuaron alimentándola con tetero (mamila), mientras estuvimos "presas" ahí. Lo que siguió fué mucho peor. Mi hija se contaminó en quirófano con una bacteria (pseudomona aeruginosa) mortal para neonatos. Pasó su primer mes de vida, sin dormir más de tres horas al día, pegada en la teta de mamá todo el día, buscando consuelo y alivio para sus dolores que no podía expresar.

Ante mi intuición de que algo no estaba bien, hicimos todos los exámenes hasta descubrir al bichito que ya para esas alturas, le había ocasionado sepsis y ERGE. No dejo de pensar que nada de esto hubiese ocurrido si la hubiese parido. Si hubiese hecho vales mis derechos y los de ella.

Para mí no existe cesárea respetada. Esta intervención es una violación de los derechos del niño. A menos, claro está, que su vida corra verdadero peligro. Acá les dejo este conmovedor video, publicado por @powerleslie en Twitter: http://www.youtube.com/watch?v=PKGxogICO9k

Ojalá todas las cesáreas se llevaran a cabo de la forma que explica este vídeo al final. Y ojalá acaben las cesáreas innecesarias. Como se narra en el vídeo citado. "La cesárea es una práctica de países sub-desarrollados".

Estoy muy agradecida de que mi hija logró superar la sepsis, y hoy es una princesa de año y medio que juega feliz. La única huella que nos ha dejado esta amarga experiencia, es un leve retraso  a nivel motor y en el habla. Que no es nada comparado con lo que pudo ser.



El próximo mito  a derrumbar por nuestra familia es la viabilidad del parto después de una cesárea. Claro que se puede!!. Espero encontrar profesionales de la salud que se decidan a acompañarnos en esta aventura, ya les contaré.

8 comentarios:

  1. Ivonne; me siento tan identificada con tu relato. En mi caso, el obstetra, por mi falta de información y por TARADA, inventó, aprovechándose de eso, mil excusas para hacerme una cesárea innecesaria. Digo innecesaria porque supuestamente debía ser operada porque la bebé estaba podálica(?). Podálica, obvio, es la semana 38, qué pretendes? dale tiempo.... En fin. Yo tampoco permitiré otro abuso como éste. Peor fue el trato recibido en la clínica. También pienso romper la barrera impuesta de no poder parir después de una cesárea.
    Saludos, Tamara.

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  2. Hola preciosa! Siento que hayas tenido que pasar por esto, pero no te culpes, tu innecesarea te ha servido para darte cuenta de lo que no quieres, para buscar información, para crecer, para compartir y ayudar a otras madres. Yo tampoco estoy a favor de ninguna cesarea que no se haga si de verdad el hijo o la madre corren algún peligro.
    Me alegro que a pesar de los obstáculos (separación, biberones...) consiguieras una feliz lactancia. Eres fuerte! Un abrazo!

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  3. Estimada Tamara, nada de Tarada. Si algo me he enseñado la maternidad es que todas nuestras acciones son guiadas por nuestro espíritu de madre. Ese algo que nos lleva a hacer lo mejor para nuestros hijos, o en nuestro caso, lo que creemos es lo mejor.
    ¿Ya esperas tu segundo bebe?, espero de todo corazón que consigas ese médico especial que te ayude a escuchar a tu cuerpo, y a traer a este mundo a tu bebe de la manera para la cual fuimos creadas: El parto!
    Un abrazo

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  4. Gracias Ira, tus palabras me fortalecen.
    Realmente todo el crédito de mi feliz lactancia debe llevárselo mi hija. Aunque pasamos por muchas dificultades, su nobleza permitió que su mamá pudiera amamantarla. Me dió ese regalo.
    Un abrazo

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  5. Hola! me alegro que tu hija salió bien de eso.. me imagino lo fuerte del momento y sobretodo tu angustía/ YO por el contrario nunca quise cesarea, le tenía panico porque mis dos hermanas y yo nacimos por cesarea y vi lo dificil que fue para mi mamá recuperarse de la operación cuando mi hermana menor nació.
    Por mi miedo a la cesarea escogí una partera y no me arrepiento. Mi hijo nació de 36 semanas porque mi embarazo se complicó y pedí parirlo. Me indujeron y pases mas de 48 horas en ese plan, pero finalmente nació como yo quería y como la naturaleza lo quiso.
    La mente es algo maravilloso y si te mentalizas y te informas puedes lograr tener a tu segundo bebe de forma natural aunque hayas tenido cesarea. De hecho, es lo mejor, ya que con las cesareas los medicos te limitan a solo 3 hijos por riesgo a complicaciones serias.
    Bendiciones y muchas gracias por seguirme! =)

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    1. Gracias linda, y felicidades por haberte empoderado y tomado la mejor decisión para ti y tu hijito.
      Un abrazo enorme!

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  6. Ivonne: como decís es necesario informarse, saber, conocer. Las mejores decisiones se toman conociendo el amplio abanico de posibilidades, y poniendo en juego todos los recursos para que la información sea la adecuada. Seguí luchando por tu parto si las condiciones de salud están dadas para ambos. En mi caso tuve tres hijos, la primera fue de parto, costo un poco pues era grande, pesaba 4 kilos, pero lo logré con el apoyo de mi obstetra. El segundo, a pesar de estar pasadas las 40 semanas se había sentado y pesó 4.800 por lo cual, fui a cesárea. Realemente había costado mucho mi primer parto y con un bebé sentado de ese tamaño iba a ser muy riesgoso. Tres años, después llegó la tercera, con 4.200 y fue parto. Costó muchísimo, casí la sacan con forceps, de la fuerza que tuvo que hacer el obstetra, nació con una torsión braquial con parálisis del brazo derecho y del diafragma. Tardó su tiempo en recuperar la movilidad del diafragma para poder sacarle el oxígeno y su tiempo en recuperar su bracito, complicado además con la clavícula partida para poder pasar por el canal de parto.
    Yo conocía mis posibilidades y sabía que soy muy chiquitita para bebés tan grandes, pero a nadie le importó. Los médicos se felicitaban entre sí por haber logrado el parto y el neonatólogo no entendía cómo arriesgaban la calidad de vida de una vida, nada más que para regodearse en su vanidad.
    Hay que luchar por las leyes de defensa de los derechos de género, como venimos haciendo en mi país. Esto incluye que te traten como una persona en el momento en que vas a dar a luz.
    Un beso y sigamos luchando por los derechos de la mujer en toda su dimensión.

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    1. Hermosa! Siento mucho que tu princesa y tu hayan tenido que pasar por esta experiencia tan terrible. Son unas guerreras! Cuentame, ¿Ya esta todo bien? Espero mucho que sí!
      Abrazos...

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