No fue hace mucho tiempo. Hace exactamente 3 años, a punto de dar a luz a mi segundo bebé, tuve una conversación con mi esposo. Me sentía perdida, sentía que no había logrado nada en la vida (acuso a las hormonas del parto por semejante tontería).
En fin, que ahora veo que ser mamá ya es muchísimo más de lo que puedo pedirle a la vida, sin embargo, en aquel entonces me sentía muy mal.
Mi esposo en un intento por ayudarme me ayudó a visualizar los próximos pasos de mi vida, con un sencillo ejercicio. Me hizo tres preguntas muy simples:
- ¿Que es lo que mas te gusta hacer, tipo hobbie?
- ¿En que te gustaría trabajar?
- ¿Que debes hacer para trabajar en eso?
La invitación de mi esposo fue a olvidar mi profesión (Ingeniero Químico), dejar todos mis prejuicios a un lado, y responder sólo con los verdaderos deseos de mi corazón. Podía haber dicho que quería ser Astronauta, Malabarista, lo que sea.
Mis respuestas fueron:
- Tuitear.
- Me gustaría trabajar con marcas en blogs y redes sociales, desde casa, cuidando yo misma a mis hijos.
- Renunciar a mi trabajo en la industria petrolera, estudiar para ser Social Media Manager, aprender sobre Marketing Digital, terminar mi maestría, perder el miedo y lanzarme al mundo con mi propuesta de trabajar desde casa.
El juicio de mi esposo fue, que eso era totalmente realizable. Yo tampoco lo vi tan descabellado. Es más, lo único que vi difícil fue enfrentar el juicio de los demás, "¿Y para que estudiaste Ingeniería Química?" Con el paso del tiempo me fui dando cuenta que en realidad, YO era la única persona que me limitaba con eso. Ni siquiera mis padres me han reprochado nada, siendo ellos quienes pagaron por mi carreera profsional.
Finalmente, seguí uno a uno los pasos que yo misma propuse. Poco después del nacimiento de mi bebé, renuncié a mi trabajo. Luego hice un diplomado en Social Media Management, terminé mi maestría en Gerencia de la Calidad y la Productividad, y conocí varias plataformas de teletrabajo o trabajo desde casa, a través de las cuales me desempeño como profesional freelancer, obteniendo muchísimos más ingresos de los que pudiera obtener con mi trabajo en la industria petrolera.
Sencillamente me di el permiso de creer en mi. En mis habilidades, mis aptitudes, en el apoyo de mi familia.
Hoy, casi tres años después, me pagan por tuitear (entre muchas cosas más, por supuesto). Trabajo desde casa, cuidando yo misma a mis peques. Adoro mi trabajo, adoro mi vida. Tengo tiempo de compartir y ayudar a otras mamás a través de mi emprendimiento, preguntamama.com, al cual le dedico menos tiempo del que deseo, pero eso también va a cambiar. Estoy en la búsqueda de ese delicado equilibrio de Mamá Emprendedora-Trabaja en casa-Para otras empresas-Y para la suya.
¡Y se que lo lograré!
Hakuna Matata
Imagen de pixabay.com
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